La neumonía, que a menudo se confunde con la gripe y causa la muerte de millones de personas cada año en todo el mundo, se produce cuando los alvéolos pulmonares se llenan de líquido inflamatorio. Se produce cuando virus, bacterias e infecciones fúngicas llegan a los pulmones y tiene un gran riesgo de transmisión.
La neumonía, también conocida como pulmonía, puede manifestarse a cualquier edad, pero puede alcanzar dimensiones peligrosas e incluso causar la muerte, especialmente en personas menores de 2 años y mayores de 65. Estadísticamente, es la causa más frecuente de muerte en individuos de 0 a 4 años en nuestro país. Especialmente las personas con afecciones como EPOC, cardiopatías, insuficiencia renal deberían vacunarse contra la neumonía para protegerse de esta enfermedad.
¿Cuales son los sintomas?
El riesgo de neumonía aumenta especialmente en invierno. Como los síntomas de la neumonía son casi idénticos a los de la gripe, a veces puede diagnosticarse tarde. Esto dificulta el tratamiento al retrasar la fecha de inicio del mismo. He aquí algunos síntomas de la neumonía;
- Fiebre alta
- Escalofríos y escalofríos
- Esputo verde persistente
- Tos
- Dolor en el pecho
- Dolor de cabeza
- Debilidad y fatiga
- Hinchazón abdominal
- Sensación de vómito
- Dolor abdominal
- Dificultad para respirar
También pueden padecerla personas que no muestran síntomas fuertes, como falta de aliento. Si la persona tiene molestias como debilidad, fatiga y tos, sin duda debe acudir al médico.
¿Cuáles son los métodos de tratamiento?
El tratamiento depende del estado clínico del paciente, la edad, el consumo de sustancias y el tipo de bacteria o virus. Si la enfermedad está en las primeras fases, los médicos no recomiendan medicación. Recomiendan reposo y mucho líquido. Si la enfermedad está avanzada y los síntomas son muy graves, el médico recomendará reposo en el hospital y, dependiendo de la bacteria causante de la enfermedad, se iniciarán antibióticos.
La recomendación de antibióticos tomados de familiares sin consultar al médico favorece el crecimiento de diferentes microorganismos y reduce las posibilidades de éxito del tratamiento.
Formas de prevenir la neumonía
- Dado que la neumonía es una inflamación pulmonar, fumar permite la aparición y progresión de esta enfermedad. El tabaco y el alcohol son sustancias que no deben consumirse y deben evitarse.
- Especialmente las personas con enfermedades crónicas y los ancianos deben vacunarse contra la neumonía todos los años bajo la supervisión de un médico.
- Debe seguirse una dieta sana y regular para reforzar el sistema inmunitario.
- No deben utilizarse antibióticos sin prescripción médica.
- Debe aumentarse el consumo de fruta y verdura.